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La Brujería de Pueblo se basa en las prácticas mágicas y las creencias de nuestros pueblos, influenciada en las tradiciones de antepasados y ancestros. Cada bruja cuenta con sus propios santos paganos y dioses, dependiendo de su entorno, folklore, costumbres y creencias del lugar de de nacimiento o de donde resida formando parte de su estructura y base.

Enseñanzas ancestrales

Los abuelos de la aldea tenían una enseñanza que entendí hasta que me hice mujer y es la siguiente: “

Cuándo aprendas a amar la soledad, cuándo sepas escuchar la sangre que bombea dentro de ti, la hormiga que trabaja bajo tus pies, cuando la brisa del viento susurre mensajes de tus guías, lo habrás entendido todo”…

Y al final eso somos, un conjunto de todo y a la vez de nada, un animal adoctrinado moldeado a actuar de formas destructivas, nos han enseñado a dañar, a matar, a mentir, a corromper nuestra alma, nuestro espíritu…

Debemos volver a nuestra esencia, dónde un día en otra vida fuimos parte del todo y no recordamos…

Amo con el alma los cánticos con tambores, las voces del viento en la lejanía de los bosques, el olor de las flores y las hierbas después de una extensa lluvia.

La fragancia que deja el sereno en la tierra, la inmensidad que me dan las montañas que me rodean.

Disfruto hablarle a los elementales y pedirles bendiciones para mí pueblo.

Amo la diversidad de las plantas aromáticas, medicinales y mágicas que encuentro en mi entorno, con ellas realizo magia herbal, cocina chamánica, limpias y sahumerios, ofrendas a mis dioses y un sinfín de cosas más.

Pienso que cada cosa que está en este plano espiritual tiene un alma, por lo que me encanta dialogar con las piedras, las flores y las cascadas.

Hablo con los animales y ellos me cuentan sus anécdotas, sus carencias y aventuras…

Adoro bailar en la oscuridad de la noche, dónde mi única compañía es el ruido de la fogata, el calor que me produce el fuego y los ancestros que me observan y me cuidan pensando:

Ella lo logró! ahora podemos descansar en paz!